Transporte Profesional - 409 Abril 2020

Abril 2020 / Transporte Profesional 23 Son tiempos complicados y muy difíciles, no que- da otra que estar unidos, tenemos que colaborar entre todos para vencer la pandemia del corona- virus y sus consecuencias, que son muchas y de diversa índole. Obviamente, lo prioritario es la emergencia sanitaria, pero también es necesaria la colaboración para paralizar, en la medida de lo posible, el drama social y económico que está provocando y que puede tener unas dimensio- nes estratosféricas. Desgraciadamente, muchas empresas y nego- cios que tienen suspendida hoy su actividad no podrán volver a abrir, con la pérdida de los pues- tos de trabajos que ello va a suponer, y a otras muchas les costará tiempo reponerse. Algunas de las medidas anunciadas por el Gobierno para sustentar la viabilidad de las empresas y mantener los puestos de trabajo, como la flexi - bilización de los ERTES, en la práctica no son tan fáciles de aplicar, pero ¿qué más justificación es necesaria? Por encima de todo debemos tener la convicción de que esta situación la superaremos juntos, con la aportación y desde la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. “De la conducta de cada uno depende el destino de todos”. Esta cita, que se atribuye a Alejandro Magno, creo que lo resume perfectamente. Hasta de las peores experiencias debemos aprender, y esta nos enseñará a valorar más a nuestra sociedad en general, a ser más so- lidarios, a apreciar nuestros derechos (ahora que se ven limitados y restringidos), a nuestros mayores, que suponen un colectivo de riesgo, nuestra Sanidad, los Cuerpos y Fuerzas de Se- guridad del Estado, los profesionales y trabaja- dores de supermercados, farmacias y de toda la cadena de distribución; agricultores, ganaderos, personal de limpieza, periodistas y, cómo no, al TRANSPORTE, porque hay que escribirlo con mayúsculas. Nuestro sector está siendo punta de lanza en esta batalla contra el virus, abasteciendo a toda la sociedad y a todos aquellos sectores que si- guen prestando servicios básicos y esenciales en estos días. Miles de conductores se están des- plazando por todo el país, transportando mucho más que mercancías, porque a los hogares espa- ñoles también está llegando esperanza e ilusión. Superado el estado de alarma, ya llegará el mo- mento de pedir responsabilidades (que las ha- brá), pero ahora no es momento de reproches, toca remar todos juntos en la misma dirección. No nos cansamos de decir que el transporte es un sector estra- tégico, y en estos días, la sociedad se está empezan- do a dar cuenta, seguramente no lo suficiente, pero en las redes sociales y medios de comunicación se aprecia ese reconocimien- to, que esperemos no sea de memoria frágil y efímera. Alusiones como “héroes sin capa” o “titanes del as- falto” se pueden leer estos días para referirse a los transportistas y conductores, quienes, ahora que la sociedad les reclama, dejan a un lado los reproches que continuamente sufre este sector para asumir el reto con nobleza y valentía. No es plato de buen gusto ser tristes protagonistas de la situación, pero nadie puede cuestionar que el transporte está sabiendo estar a la altura de las circunstancias, y lo seguirá estando. Ánimo a todos y cuidaos mucho, saldremos adelante. Jorge Somoza, director general de CETM-Madrid " COLABORAVIRUS " CORONAVIRUS Alguien dijo una vez que para llegar a conocer la luz habría que conocer mejor la oscuridad. Creo que el gremio del transporte aún le falta mucho para llegar a conocer la luz. Mientras que toda la humanidad tiembla por el COVID-19, los camioneros están, como siempre, al pie del cañón: algunos repartiendo mercancía, otros tirados por los aparcamientos, solos, en esas cabinas de acero y no he visto a nadie que se pregunte si están confinados en sus cabinas de acero o si les falta agua o comida. Qué triste ver, de nuevo, que nadie se acuerda de ellos. Ahora no se molestan ni siquiera en llamares kamikazes, porque no molestan, son los desgraciados de siempre que nos llenan los supermercados estos días, las farmacias, llevan los piensos a las granjas para que los animales no se queden tampoco sin alimentos. Hablan de los farmacéuticos, del personal de los supermercados que son el personal más expuesto al virus en estos días del confinamiento. Y digo yo ¿qué podrían hacer ellos si nuestros marineros del asfalto no harían todos los viajes necesarios para que no falte de nada? De nuevo, no hay ni siquiera una mención a nuestros héroes de verdad. Escucho estos días a los tertulianos de los programas de televisión y ni una tris- te mención. Debe de ser que las palabras “camionero” o “transportista” están totalmente prohibidas. El ministro Ábalos está preocupado de otras cosas, como encontrarse por casualidad con la vicepresidenta de Venezuela, que tiene prohibido pisar sue- lo europeo. Además, va a inaugurar un torre gótica restaurada, donde ponen una placa con su nombre, destrozando un trocito de del Patrimonio Nacio- nal, en vez de preocuparse de sus labores de ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana. Creo que le debe de pesar mucho este trabajo; cobrar, cobra por ello. Lo único, que se preocupa de cosas distintas o ha debido de confundir su cargo. Mi opinión es que todo eso le viene grande, creo que es como dijo él “he venido a la política para quedarme”. Claro, para quedarse y cobrar una pensión vitalicia. Qué pena. Me pregunto hasta cuándo nuestros héroes van a aguantar, cuándo llegará el día que exploten de verdad. Entonces ¿qué pasará? ¿se acordarán de ellos para decir que han explotado por no aguantar más o todos se les tirarán encima para criticarles? Carta remitida por Ana María Ciordas, de Alcañiz (Teruel) " LOS OLVIDADOS " obligado a hacerlo con mascarilla y guantes, un hecho que creó un problema añadido, al quedar el país desabastecido de mascarillas, geles desinfectantes y demás material asép- tico. El Ministerio de Transportes se comprome- tió ante las asociaciones de transporte que repartiría cuatro millones de mascarillas a los transportistas para que pudieran continuar haciendo su trabajo en condiciones de salu- bridad, pero muchas empresas se quejaron de que las mascarillas no llegaban. Una queja que compartían con el personal sanitario, que tam- bién tenían que hacer su trabajo sin tener el equipo necesario para poder realizarlo con las mínimas condiciones de seguridad, tal y como denunciaron ante las autoridades públicas y en todos los medios de comunicación. Descoordinación Las asociaciones también denunciaron que, mientras que España rápidamente derogó las restricciones a la circulación a camiones en determinadas vías y días del año, la vecina Francia actuó con más lentitud, lo que provo - có que, durante unos días, los camiones que salían de España con destino a diversos países de la Unión Europea se encontraban con que allí continuaban las restricciones a la circula- ción y no se había suspendido la norma que regula los tiempos de conducción y descan- so, como en España. Días más tarde, cuando el problema en Francia se agravó y empezó a preocupar a las autoridades públicas, el Go - bierno galo tomó cartas en el asunto y tam- bién canceló las restricciones y suspendió el Reglamento 561/2006, al igual que los países del entorno afectados por el coronavirus. Du- rante el consejo de Ministros de Transporte, se puso en evidencia la necesidad de trabajar de forma más coordianda para atajar el problema cuanto antes.

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